Sentir miedo es algo normal y adaptativo. Funciona como una alarma que nos prepara para afrontar el peligro y poner en marcha diferentes estrategias. Cuando percibimos una amenaza, el sentimiento de miedo hace que luchemos, que nos enfrentemos al peligro o, por el contrario, que nos retiremos y nos pongamos a salvo. Evolutivamente, su utilidad ha hecho que sobrevivamos como especie. A día de hoy ya no nos tenemos que preocupar por sobrevivir, pero el miedo sigue con nosotros. Ahora sentimos miedo por otra serie de cosas ya no tan ligadas a la supervivencia pero este sentimiento nos sigue siendo útil para afrontar diferentes situaciones. El problema radica cuando nuestros miedos nos impiden o limitan llevar a cabo nuestra vida con normalidad.
¿Qué son los miedos irracionales?
La sensación de miedo viene producida por un estímulo real que resulta amenazante. Por ejemplo, tenerle miedo a las alturas. Cuando nos encontramos en lugares altos podríamos caer al vacío. Es una situación que amenaza a nuestra supervivencia y en la que es adaptativo sentir miedo. Por el contrario, el miedo irracional es aquel que sentimos ante estímulos que no suponen amenaza para la vida. Sentir miedo cuando vemos un caracol no parece que sea muy adaptativo para nuestra supervivencia aunque el miedo que sentimos es real. Estos miedos son condicionados, es decir, no vienen «de fábrica» sino que son miedos aprendidos. En algún momento de nuestro pasado, sucedió algo relacionado con el estímulo que nos da miedo y aprendimos a tener miedo. Estos miedos, en muchas ocasiones, se pueden volver limitantes a la hora de llevar una vida normal. Tener miedo a los caracoles no parece muy limitante, pues no todos los días vemos caracoles. Pero, ¿qué pasaría si tengo miedo a hablar en público y me gano la vida como profesora? Como psicóloga en Málaga te expongo algunos tips para afrontar estos miedos irracionales.
¿Qué podemos hacer?
Aprender a gestionar nuestros miedos es fundamental para que no nos limiten en nuestro día a día y no dejemos de hacer aquello que es importante para nosotros. ¿Qué podemos hacer para gestionar el miedo?
REONOCER. Conocer nuestros miedos es el primer paso para poder intervenir sobre ellos. Ser consciente de a qué le tengo miedo. Conocer las sensaciones físicas asociadas a la emoción y saber en qué consiste la experiencia de miedo. Cuando soy consciente de todo esto me resultará más sencillo reconocer mi sentimiento de miedo. Si nos familiarizamos con esto, nos resultará más fácil gestionarlo.
ACEPTAR. ¿Qué haces o dejas de hacer para evitartus miedos? ¿Te está sirviendo de algo? ¿Cómo se ve limitada tu vida? Querer evitar o hacer que desaparezca el sentimiento de miedo es el primer error para poder afrontarlo, sencillamente porque no podemos eliminar emociones. Aceptar que sentimos miedo ante ciertas situaciones o estímulos nos ayudará a poder estar en contacto con aquello a lo que tememos y ver que no pasa nada por ello. La emoción de miedo es solo eso, una emoción y debemos aprender a vivir con ella.
ACTUAR EN FUNCIÓN A NUESTROS VALORES. Seguir haciendo aquello que es importante para nosotros a pesar del sentimiento de miedo. Cuando dejamos de hacer aquello que es valioso para nosotros aparece el malestar. De esta forma, sumamos el sentimiento de malestar a la emoción de miedo, por lo que me sentiré mal doblemente: por sentir miedo y por dejar de hacer aquello que quiero hacer. Debemos pues prender a vivir a pesar de nuestro miedo.
Si necesitas ayuda no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Casaleiz Psicología estamos a tu lado para cuando nos necesites.
La palabra autoestima es bien conocida y utilizada por todos en nuestro día a día. Hacemos afirmaciones tales como: «fulanita tiene poca autoestima, debería quererse más», «menganito es muy seguro de sí mismo, tiene la autoestima alta», «no doy la talla como los demás, tengo la autoestima baja». Primero, definamos: es la valoración, percepción o juicio positivo o negativo que una persona hace de sí misma en función de la evaluación de sus pensamientos, sentimientos y experiencias. Solemos valoramos a nosotros mismos y a nuestra autoestima en función de los demás y en función a lo que hacemos y no hacemos en comparación con los otros, suponiendo que el éxito en la vida está asociado a una alta autoestima.
La sociedad en la que vivimos no nos lo pone precisamente fácil. Las redes sociales y mostrar una faceta de nosotros mismos en la que se nos perciba como seguros, felices y exitosos; el culto a la imagen corporal; tener que sobresalir en el trabajo para que se valoren tus logros… Dedicamos mucho tiempo a la imagen que queremos proyectar de nosotros mismos, qué ve el otro en mí pero, ¿qué es lo que verdaderamente necesitamos o queremos de nosotros mismos? ¿Qué necesito yo (y no lo que digan los demás de mí) para crear y mantener mi autoestima?
¿Cómo influye en nosotros tener buena autoestima?
La autoestima es algo que nos influye de manera global en todos los aspectos de nuestras vidas: en el trabajo, en las relaciones con los demás, en nuestro autoconcepto… Tener una buena autoestima y un autoconcepto firme de nosotros mismos es fundamental para una buena salud menta. A veces somos conscientes de que nuestra autoestima se está viendo minada, que se ha producido un cambio en nosotros y queremos recuperarla; otras veces no nos damos cuenta de que nuestra autoestima y amor propio es pobre, pues ha sido la manera de funcionar que hemos desarrollado siempre.
Algunas conductas que nos pueden hacer darnos cuenta que nuestra autoestima es pobre son: compararnos con los demás, no reconocer nuestros logros, nos cuesta tomar decisiones y somos influenciables por la opinión de otros, priorizamos las necesidades de los demás a las nuestras, le damos mucha importancia al aspecto físico, nos sentimos mal en nuestras relaciones con los otros… Todo esto nos influye en nuestro día a día y en muchas ocasiones nos aleja de la vida que realmente nos gustaría vivir.
Buscar ayuda
Es muy fácil decir o pensar que debemos tener mejor concepto de nosotros mismos y que deberíamos querernos más a nosotros mismos o decirle estas mismas palabras a alguna persona que consideramos que tiene la autoestima baja. La realidad es mucho más compleja. Si fuera tan fácil tener una buena autoestima todos la tendríamos. La educación emocional y de autoconcepto que hayamos tenido de pequeños y nuestras experiencias en la vida han hecho que nos hayamos creado una imagen de nosotros mismos. Esto no quiere decir que no se pueda modificar y ajustar. Acudir al psicólogo para que nos ayude a construir una mejor versión y más ajustada de nosotros mismos es un gran paso a tomar. En Casaleiz Psicología trabajamos con Terapia de Aceptación y Compromiso.
El autocuidado y ser amables con nosotros mismos es un pilar fundamental. Dedícate unos momentos al día para tí mism@ y háblate con amabilidad y bondad. Es un primer paso.
La ansiedad es una respuesta emocional ante situaciones que el sujeto percibe o interpreta como amenazantes o peligrosas. Una respiración dificultosa, un estado interno incontrolable que nos aleja de nuestro centro, la ansiedad es a veces explosiva, otras veces un acompañante omnipresente que nos impide vivir plenamente.
Este estado de ánimo nos acompaña en diferentes momentos de nuestra vida, caracterizado por síntomas como tensiones, preocupaciones y cambios físicos como aumento de la presión arterial, taquicardia, disnea, sensación de asfixia, náuseas, gastritis o contracturas musculares, entre otras. Quienes padecen problemas de ansiedad pueden tener temores o preocupaciones recurrentes sobre su salud o la de los demás, así como sobre sus finanzas, relaciones, etc.
A menudo tienen una sensación persistente y desagradable de que algo malo está a punto de suceder. Generalmente, no pueden identificar la causa y el origen de los intensos sentimientos de ansiedad que experimentan. Los miedos y preocupaciones son muy reales, tanto que no les permiten mantener la concentración necesaria en las actividades diarias normales.
Se ha demostrado que la terapia de aceptación y compromiso es efectiva en el tratamiento psicológico de la ansiedad.
¿Qué situaciones pueden producir ansiedad?
Todos podemos encontrarnos ansiosos en el transcurso de nuestra vida. Ante un examen importante o el nacimiento de un hijo, como en una relación especialmente compleja. En estos casos, la ansiedad tiene ventajas indiscutibles. Permite enfocarnos en nuestro objetivo, hacer el mejor uso de nuestros recursos y en general alcanzar nuestras metas con mayor facilidad.
El problema es cuando la ansiedad se vuelve tan presente y penetrante que ya no nos permite vivir nuestra vida con serenidad. Cuando persiste en nuestra vida, aunque no haya más eventos desencadenantes externos, es cuando se convierte en un hábito interno establecido.
TAC es una nueva forma de psicoterapia.
¿En qué consiste la terapia de aceptación y compromiso?
La Terapia de Aceptación y Compromiso o ACT es una nueva forma de psicoterapia. ACT se basa en la teoría del marco relacional (RFT): un programa de investigación básico sobre cómo funciona la mente humana que sugiere que muchas de las herramientas que la gente usa para resolver problemas conducen a una trampa que genera sufrimiento.
ACT toma en consideración algunos conceptos poco convencionales:
El sufrimiento psicológico es normal, es importante y acompaña a todas las personas.
No es posible deshacerse voluntariamente del sufrimiento psicológico, aunque se pueden tomar medidas para evitar aumentarlo artificialmente.
El dolor y el sufrimiento son dos estados diferentes del ser.
Uno no debe identificarse con el propio sufrimiento.
Puedes vivir una existencia dictada por tus valores, a partir de ahora, pero para hacerlo tendrás que aprender a salir de tu mente y entrar en tu vida.
En última instancia, lo que requiere el ACT es un cambio fundamental de perspectiva: un cambio en la forma en que se considera la experiencia personal. Los métodos que utiliza proporcionan nuevas formas de lidiar con las dificultades psicológicas y buscan cambiar la esencia de los problemas psicológicos y el impacto que tienen en la vida.
Investigaciones recientes sugieren que tratar de controlar las propias emociones, pensamientos y sentimientos es una de las razones por las que persiste el trastorno psicológico. ACT, una forma de psicoterapia que se ha desarrollado a partir del enfoque cognitivo conductual y tiene el propósito de alimentar la aceptación de los propios sentimientos y reducir los intentos de control (la evitación vivencial) que son la base de los síntomas.
Las sesiones necesarias cambian en función del problema, pero podemos estimar una media de 10-12 sesiones.
¿Cómo ayudará al paciente a saber abordar un problema de ansiedad, si le vuelve a ocurrir en el futuro?
Como he comentado, la ACT ayuda a la persona a dejar de luchar con los eventos privados (pensamientos, sentimientos y emociones), y anima a los clientes a orientarse en los aspectos de sus vidas que si pueden cambiar a través de la aceptación (no resignación).
La aceptación está estrechamente ligada a la acción voluntaria y positiva de aceptar lo que sucede, junto con responder a lo que hay de manera eficaz. Es hacer aquello que sirve y es apropiado en cada momento.
Una de las partes más importante de la terapia es enseñar al cliente en no caer en la trampa de la evitación. Las personas con ansiedad habitualmente responden enredándose con los pensamientos y emociones, y no a las contingencias reales de la situación. ACT a través de diferentes técnicas ayuda al cliente a tener una flexibilidad psicológica necesaria para su bienestar.
No dude en buscar ayuda si cree que lo necesita. Es importante cuidar su salud mental.
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